Cuando los astrónomos buscan planetas que puedan albergar vida se fijan sobre todo en los mundos que orbitan cerca de estrellas de baja masa, las más comunes en el Universo. Sin embargo, una nueva investigación de la Universidad de Washington sugiere que es posible que muchas de estas búsquedas sean en vano, ya que hace mucho tiempo que estos mundos perdieron la oportunidad de acoger vida a causa del intenso calor que sufrieron en sus años de formación. Un infierno abrasador de al menos mil grados hizo hervir sus océanos y acabó con su atmósfera.

Debido a que el oxígeno se acumula, estos mundos podrían parecerse mucho a la Tierra desde lejos, «pero si se mira más de cerca se darán cuenta de que en realidad son un espejismo; simplemente allí no hay agua».
Quizas en un futuro lejano se pueda habitar en otros planetas, pero por ahora nos despedimos.
Ignacio y Víctor
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